Todos los años en Montilla (Córdoba), como preámbulo a la Semana Santa, un jurista debe argumentar y dictar Sentencia condenatoria contra Jesucristo.
El acto, que se celebra en distintos espacios y cuenta con la inigualable estética que le presta la Centuria Romana “Munda”, pretende mover a reflexionar sobre la profunda injusticia de la condena.
En el año 2005 me correspondió el gran honor de ser el XIII Sentenciador Romano.
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