Como dice el romance, “En medio de la polvareda, se nos perdió Don Beltrán”.
Sí, como no sabíamos muy bien a donde íbamos, hemos acabado en otra parte. Y lo cierto es que ya nadie habla de lo que antes era la salud mental. Se trata de una expropiación en toda regla.
¿Cómo hemos de llamar ahora a lo antes era la salud mental?
De momento creo que no nos queda otra que llamarla “La salud mental de antes”.
Lo malo es que esto no es un inocente juego de palabras, esto tiene consecuencias, supone la desviación de la atención y de los recursos.